Hemos notado que en el sector inmobiliario se habla mucho de métricas y de cuántas tareas hace un agente, y francamente, el número asusta. En una reunión reciente con otros profesionales de toda España, nos pusimos a contar y salieron más de cuarenta cosas que hacemos para cerrar una simple compraventa, desde que se enciende el motor hasta que se firma en notaría. Era un juego divertido, pero casi todos olvidaron la tarea más bonita de todas, la que no se puede medir en euros ni en formularios.

Nos referimos a mantener el contacto y la conexión con nuestros clientes, que con el tiempo se convierten en vecinos y, lo más importante, en amigos. Esta pequeña reflexión es un sincero homenaje para todos ellos, porque son la prueba irrefutable de que nuestra manera de hacer las cosas funciona, y es lo que le da nobleza a nuestra profesión. Hay quien piensa que es una pérdida de tiempo invertir en relaciones que van más allá del cierre, pero no podríamos estar más en desacuerdo.

Por eso, cuando nos graban un testimonio en vídeo, no es un mero acto de publicidad, sino una muestra de gratitud totalmente genuina. Ellos llegan a nosotros de distintas maneras, buscando una ayuda profesional, pero siempre se van de nuestra agencia con la sensación de haber ganado una amistad duradera. Nos encanta ver cómo esa chispa de confianza inicial se convierte en un vínculo sólido, a prueba de papeleos y burocracia.

Por ejemplo, está la historia de Anne-Christine, una clienta suiza a la que le gestionamos su alquiler vacacional y luego le ayudamos con la venta. Lo más irónico es que ella no habla ni una palabra de español y sin embargo, hemos compartido conversaciones de horas. Esa conexión, esa comunicación que trasciende el idioma, es lo que de verdad queda.

También recordamos con cariño a Fernando y Valeria, una pareja que son el yin y el yang perfecto. Él es un torbellino de actividad, y ella, su cable a tierra, una gente maravillosa que eligió Torremolinos para disfrutar de la etapa en la que los hijos ya han dejado el nido. Compartir tiempo con ellos es siempre agradable, y no dudamos que su amistad será por mucho tiempo más. Son el tipo de personas que hacen que nuestro trabajo sea un verdadero placer.

Ali, en cambio, llegó a nosotros por un amigo común, esas relaciones que te sorprende cómo la vida las pone en tu camino. Necesitaba una mano amiga en un momento complicado y nuestro amigo Behrous no dudó en acercarnos. Tanto él como su padre, David, nos regalaron un vídeo testimonio donde se refleja la importancia de los valores familiares.

Luego está Scott, un personaje británico súper simpático al que contactamos a la antigua usanza, tocando el timbre de su casa. Él había publicado un anuncio en un portal que gritaba a los cuatro vientos su frustración con la venta, y al leerlo, supe que necesitábamos ayudarle sin que se dejara la vida, o la cartera, en el intento. Fue una conexión instantánea. Él confiaba en nuestra honestidad y nosotros queríamos experimentar con su casa.

En aquella época, el concepto de storytelling inmobiliario aún estaba en pañales, y se hablaba mucho de dejar de lado las descripciones técnicas para enfocarse en las sensaciones: la paz, el verde infinito, la tranquilidad. El anuncio que hicimos de su «Villa Mariposa» fue un auténtico desafío. Recibió críticas de todo tipo, desde las más entusiastas hasta las más viperinas, pero la casa se reservó a la sexta visita, en un día de auténtico diluvio.

Los compradores ni siquiera pudieron ver el mar que prometía nuestra épica descripción. Eso, queridos lectores, fue la confirmación de que habíamos dado en el centro de la diana. Scott es, a día de hoy, uno de nuestros clientes y amigos favoritos, un claro ejemplo de que la conexión humana no es un acto de magia, sino una gimnasia que hay que entrenar a diario.

Estas son sólo unas pocas anécdotas, pero la verdad es que tenemos cientos de historias similares que contar. Si quieren conocer el resto de testimonios y ver a nuestros clientes en acción, les invitamos a visitar nuestro canal de YouTube, donde encontrarán una playlist dedicada a ellos.

Quienes entendemos lo que realmente hacemos cuando asesoramos a alguien, sabemos que estamos hablando de su hogar o de su inversión, no sólo de metros cuadrados. Una relación honesta y transparente es capaz de aguantar cualquier tormenta o chaparrón inesperado, incluso una venta con lluvia torrencial. Si sólo nos centráramos en el resultado económico, seguramente seríamos exitosos en algunas transacciones, pero nunca llegaríamos al corazón de nuestros clientes, que es donde nacen los amigos de verdad.

Si estás buscando una agencia en Benalmádena que te ofrezca algo más que un simple servicio, y quieres una conversación honesta sobre tu vivienda o estilo de vida, llámanos para que la «tarea 41» comience contigo hoy mismo. Nos encantaría que nos cuentes tu historia y que, en un tiempo, tú también te conviertas en uno de nuestros amigos.

¿Por qué nos recomiendan?

Ellos se animaron a contar su experiencia con palabras muy bonitas. Dale al play ▶️