Este mes llega a Benalmádena con un sol más suave y con un color que que eclipsa cualquier otro: el rosa. No es un color casual ni una moda pasajera. Es el símbolo universal de la lucha contra el cáncer de mama, una causa que toca demasiadas vidas, familias y a todos por igual.
En Hernán Bustos – Real Estate Experts, creemos que desde nuestra agencia inmobiliaria podemos aportar un granito de arena en la sensibilización y visibilidad de esta enfermedad. Por eso, durante octubre, nuestro escaparate se va a teñir de una cálida luz rosa, y tendremos a disposición esas pequeñas cintas que, quizás, parezcan poca cosa, pero que tienen un significado inmenso. Queremos alzar la voz, no sólo por las valientes que luchan o han luchado, sino también por la concienciación y la prevención.
La importancia de mirarse de cerca
Nos pasamos la vida pendientes de los plazos, de las agendas, de que el coche no falle en la carretera o de si el recibo de la luz ha subido este mes. Pero, a veces, olvidamos la cita más importante de todas: la que tenemos con nosotros mismos. Hablamos de la prevención, de ese chequeo personal que, en el caso del cáncer de mama, puede marcar una diferencia abismal.
Por el miedo a saber, muchas personas evitan el tema, casi como si al no nombrarlo el riesgo desapareciera. Es comprensible, pero la verdad es que el diagnóstico temprano no es una sentencia, sino una enorme oportunidad porque el mejor truco de «magia» en este caso es la mamografía a tiempo o la autoexploración consciente y regular.
Cuidar la vida es cuidarse uno. Desde aquí recordamos la importancia de no posponer esa visita al médico y de recordarle a las personas que queremos que también lo hagan. Es un acto de amor propio y de generosidad con quienes nos rodean.
Nuestro cuerpo es nuestro primer y más importante hogar, el único que tenemos de verdad. Cuidarlo debería ser nuestra máxima prioridad. Es la base para disfrutar todo lo demás. Así que, cuando pases por nuestro escaparate y veas el rosa que ilumina la noche de Benalmádena, que no sea sólo una decoración bonita. Que sea el recordatorio amable, pero firme, de que te toca mirarte. Que te toca cuidarte.